Querida Marion,
Lo que aquí sigue es la peor carta de amor que he escrito nunca, espero que no me lo tengas en cuenta o que al traducirla al francés mejore.
En primer lugar me gustaría dejarte claro que no he comprado todavía el anillo, pero porque no he tenido tiempo escribiéndote esta carta. Debes saber que con esta breve postalita no sólo quiero que te entren ganas de que nos conozcamos sino que entiendas por qué estamos hechos el uno para el otro.
En segundo lugar que hace mucho, mucho, mucho tiempo, unos dos días, que no me enamoro de nadie, ni en el metro, ni en la pescadería, ni siquiera en el súper de enfrente de mi casa, conocido por tener las cajeras más guapas y simpáticas del universo, nótese la ironía salvo que quien lo esté leyendo sea una de ellas. Esto es sin duda alguna el primer paso hacia nuestro idilio en la costa francesa.
Mira, yo soy un loco del cine y me encantas. Por ejemplo, no sé por qué, pero siempre que apareces tú sola en un cartel gigante de una peli en una marquesina más gigante todavía me fijo en ti, y en nadie más.
Además, eres una actriz cojonuda, eso ya lo tienes pero yo encima podría ser tu coach, podría ensayar tus papeles contigo. Aquí donde me ves, es verdad que no he seguido con mi carrera actoral, pero ya en el colegio hice de King ífrica en una representación escolar, cantante que a lo mejor no conoces pero de reconocido prestigio en nuestro país, uno de los grandes adalides de la marca España.
Otra cosa, no me dieron ningún premio por ello, injusticia sólo comparable a la perpetrada con tu colega Leonardo en los Oscar. Pero bueno, tú sí que tienes uno, y mientras tú estés por ahí rodando yo puedo encargarme de darle brillo.
Nunca se me olvidarán muchos de tus papeles y los que están por llegar, pero uno en especial, el de La vie en rose, no sólo por tu gran interpretación sino también por tu gran frente. Eh, que los demás salían del cine diciendo «he visto accesos a la M-30 más pequeños» o «el aeropuerto de Castellón estaba más ocupado que esa frente», pero yo no, te lo aseguro, a mí me gustas incluso así, te quiero aún con la frente más despejada del planeta Tierra.
Si esto no te ha convencido, te escribo sinceramente y te digo que cuando quieras bailamos La vie en rose, tú y yo solos, en París, en Madrid o en la Luna, donde tú quieras, mientras sea contigo, Marion Cotillard Theillaud, cualquier lugar del mundo será bueno.
Antes de que se me olvide nos vemos este viernes en el cine en Dos días y una noche.
Tuyo siempre, Jesús.
Pd: perdóname por esto Marion, luego te mando un audio al Whatsapp para intentar arreglarlo.
I simply want to tell you that I am new to weblog and seriously liked you’re blog. Likely I’m planning to bookmark your blog post . You certainly come with terrific writings. With thanks for revealing your website.