Tras varias semanas leyendo sobre lo magnífica que es la nueva secuela de los superhéroes mutantes, por fin, llega a nuestras pantallas ante una expectación más que evidente. ‘Días del futuro pasado‘ es la continuación de ‘Primera generación‘ y el primer problema que encontramos desde el comienzo es una laguna demasiado amplia entre ambas que, podría haberse salvado si la trama con saltos temporales no resultara tan confusa. Porque, no nos olvidemos, en esta nueva entrega, la aniquilación de los mutantes en el futuro tiene a la raza en jaque y, por ello, Magneto y Xavier deciden enviar al pasado -1973- a Lobezno para que pueda convencer a sus versiones pasadas de que trabajando juntos podrían salvar a la especie. Y podría parecer que, ante este premisa, lo que nos vamos a encontrar es algo novedoso, que nunca hemos visto en el género y que promete algo sin igual. Pero no.
‘Días del futuro pasado’ tiene un arranque muy potente, quizás demasiado explicativo para las veces que repetirán lo sucedido a lo largo de la película, pero que dice al espectador ‘ojo, aquí va a haber tomate’. Y, sin embargo, tras esas primeras secuencias, la trama coge el camino más tradicional y más visto en esta saga: la de la búsqueda de mutantes para unirse a la lucha; que, además, no deja de ser predecible porque ya hemos visto demasiadas películas del género. Entramos así en un segundo acto que cuenta con un par de secuencias realmente buenas -MUY buenas- pero en el que la trama sigue siendo un déjí vu de todo lo que hemos visto en X-men hasta la fecha; y, por lo tanto, sus giros tampoco nos sorprenden. Tras esta típica cadena de acontecimientos que no aportan nada nuevo, llegamos a un tramo final brutal en el que se nos da el caramelo que todos queríamos -por efectos especiales, que no por trama- con un epílogo muy emocionante que hará las delicias de los fans.
Aunque el desarrollo sea tan tradicional, tan poco original -con escena de ‘no puedo, no puedo’ por parte de Xavier en Cerebro, incluida-, la secuencia clímax con Magneto, el campo de fútbol, los centinelas y demás es de campanillas, de boca abierta y aplausos. Una de las mejores de la saga sin lugar a dudas.
En todo este mecanismo desigual, encontramos una de las mejores escenas -si no la mejor- de la saga y quizás del cine del género: la protagonizada por Mercurio. Con el humor socarrón del nuevo Spider-man, este superhéroe se gana al público con sus tres contadas escenas -por qué tres, POR QUí‰-, robando todo el protagonismo a los ya conocidos y dejando al espectador con muchísimas ganas de más. Pero, aunque él sea lo mejor de la película, habría que destacar un elenco muy uniforme a nivel interpretativo pero en el que sobresale Hugh Jackman que nunca estuvo mejor como Lobezno.
Con un arranque portentoso, un desarrollo que peca de poco original y un cierre de escándalo, ‘Días del futuro pasado’ se queda por detrás de su predecesora que sí ofrecía un juego temporal/histórico magnífico. Y es que, hay algo que rechina y mucho en esta secuela: ¿por qué dejar en la laguna que separa a ambas películas algo tan brutal como lo relacionado con JFK y que dio pie a los teasers virales que la promocionaban? Todo parece mucho más pequeño cuando se compara con lo que podría haber sido ver eso. En cualquier caso, gustará a los amantes de los superhéroes pero, que no os engañen: ni es mejor que ‘El caballero oscuro‘ ni es la película de superhéroes definitiva.
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