Ahora que lo he dejado claro, voy a hacer un repaso por las «peores» actuaciones que nos ha dado este maravilloso festival, que año tras año, reúne a todo losgais el mundo.
Ping Pong – Be Happy
Israel llevó esta «cosa» a Eurovisión en el año 2000. Un despropósito de tales dimensiones sólo se entiende si todos los integrantes se fumaron un porro antes de subir al escenario. Vestuario, «coreografía» y voces de karaoke de barrio.
Bosnia Herzegovina sorprendía todos en el año 2004 con Deen, un cantante que fue despedido de Delirio y decidió probar suerte en Eurovisión, no sin antes robarle la ropa a su hermana pequeña.
De esta actuación de España en 2006 sólo puedo rescatar una cosa: las ventas de las sillas de escritorio cayeron en picado, según informes de Ikea alrededor de todo el mundo.
Ucrania decidió en 2007 dejar sin stock de papel Albal en toda Europa. El vestuario parecía sacado de la Gala Drag de Gran Canaria, pero eso era lo que molaba. Y es que, entre tanto brillo, esta actuación moló mucho.
Esta actuación ocurría también en 2007, año en el que Reino Unido pensó que mandar un sketch de humor, a lo GymTony a Eurovisión, era buena idea, pero NO.
Corría el año 2008 cuando Estonia pensó que mandar al grupo Parchís, con hombres que daban más miedo que Pablo Motos creyéndose guapo, era lo mejor para ganar. Y habrían ganado, si se hubiera presentado al Festival Europeo del Terror.
Azerbaiyán, con su Ángeles y Demonios particular, pensó en el 2008 que tanta parafernalia vendría bien para desmarcarse del resto… Lo que no sabían era que el Carnaval había sido unos meses antes. Craso error.
Valentina es la Coral Segovia de San Marino. Ha ido tres veces a Eurovisión, haciéndonos sufrir cada vez más con sus actuaciones sin sentido. Valentina, cariño, ¡BASTA YA!
San Marino, este año, también se ha marcado un despropósito de actuación. ¿Por qué canta como si fuese Sabina? ¿Por qué se cree sexy? ¿Por qué sonríe y da miedo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUÉ?
Continuamos con nuestro repaso al cine de lo que llevamos de milenio con nuestra selección de mejores interpretaciones femeninas. Cada redactor ha elegido sus dos favoritas y éste ha sido el resultado. ¿Cuál es la tuya?
Cate Blanchett (Blue Jasmine): Cate Blanchett aprovechó la oportunidad de trabajar con Woody Allen (enorme director de actores, entre otras cosas) para hacer una de las mejores interpretaciones de su carrera. Un personaje que es un drama en sí mismo, que hunde al espectador en su universo depresivo.
(Nacho Poveda, redactor en OnCine)
Marian Álvarez (La herida): Es tan intensa y natural la interpretación de Marian Álvarez en La herida que no parece que esté interpretando un papel, sino que consigue que creas que es real, que de verdad ella es esa muchacha enferma, autodestructiva, que se balancea al borde del abismo. No es fácil encarnar a un personaje que es incapaz de exteriorizar sus sentimientos y lo que es peor, sus traumas, sus heridas. Por eso lo que hace Marian Álvarez en La herida es un milagro.
(Luis Ogando, redactor en El videoclub)
Ellen Burstyn (Requiem por un sueño): Aronofsky firma su mejor película con este viaje oscuro y sucio a la mente de cuatro individuos llevados por el vicio. Aunque no es la protagonista, Burstyn roba cada escena en la que aparece como esta mujer desquiciada y llevada hasta la locura por un programa de telebasura.
(Jonathan Espino, coordinador de la sección de Cine)
Kate Winslet (The Reader): Dejando a un lado el hecho de que esta mujer consigue destacar en cada papel que interpreta, por pequeño que sea, el caso de ‘The reader’ me parece especial. Supo aceptar la evolución de su personaje y ejecutarla de manera excepcional, recibiendo así un merecido Oscar por dicho papel.
(Jorge Abad, redactor en El videoclub)
Nicole Kidman (Moulin Rouge): Con Satine, inauguraba la mejor etapa de su carrera, la que después la llevaría a ‘Los otros’, a ‘Dogville’, al Oscar por ‘Las horas’. Pero lo cierto es que donde Nicole Kidman logró sorprender, encandilar y demostrar todo su talento es en el interior del Moulin Rouge, dando vida a la mítica estrella del cabaret más famoso del mundo, derrochando sensualidad, humor y otorgando, junto a Ewan McGregor, la mejor banda sonora de la historia del cine.
(Pol Morales, redactor en El videoclub)
Carmen Maura (La comunidad): Carmen Maura tiene muchas interpretaciones excelentes porque esta todoterreno nunca descansa, pero su papel en la película de Álex de la Iglesia estuvo cargada cambios de registro como si Maura fuera una auténtica montaña rusa. Única, desgarradora, enloquecida y sarcástica, pudimos asistir a una clase magistral de interpretación que no puedo olvidar cada vez que pienso en ella.
(Germán de Heras, redactor en OnCine)
Rosamund Pike (Perdida): El papel de loca de la vida que protagoniza Rosamund Pike es de lo más maravilloso que he visto en mucho tiempo. Un personaje muy trabajado y, sobre todo, muy logrado por la actriz, consiguiendo transmitir una gran cantidad de sentimientos y emociones con su actuación.
(Núria Robaina, redactor en iPop Culture)
Greta Gerwig (Frances Ha): La película dirigida por su pareja en la vida real, Noah Baumbach, no sería lo que es si su protagonista no fuera Greta Gerwig. La actriz impregna todas sus interpretaciones de una gran naturalidad y ‘Frances Ha’ es el mejor ejemplo. En ella, Gerwig despliega frescura y energía en el que es su mejor papel hasta el momento. Por su trabajo en esta película obtuvo su primera nominación a los Globos de Oro en 2014. Y es que Gerwig no solo logró divertirnos, si no también nos permitió identificarnos con sus peripecias de eterna adolescente tratando de encontrar su lugar en el mundo, y no nos resultó difícil encariñarnos de ella.
(Virginia Martínez, redactora en OnCine)
Kate Winslet (Revolutionary Road): Una ama de casa en la América suburbial de los años 50 se ahoga lentamente en un cóctel de desesperación, frustración y depresión, mientras lucha por mantenerse en pie, al lado de su marido. Revolutionary Road es un drama desolador sobre la imposibilidad de ser feliz. Kate Winslet, una de las mejores actrices del mundo, se abre en canal interpretando a April Wheeler, una montaña rusa de sentimientos a punto de partirse en dos. Es un trabajo lleno de entrega y pasión. Una de esas interpretaciones que se te clavan en las retinas.
(Luis Ogando)
Hilary Swank (Million dollar baby): En 2004, Hilary Swank ganó el Oscar a la Mejor Actriz por un papel de los que enganchan: una chica que quiere boxear y que crean en ella. Un papel épico y trágico al mismo tiempo, un nudo en la garganta.
(Nacho Poveda)
Penélope Cruz (Volver): Lágrimas que desprenden fuerza y coraje, naturalidad en sus diálogos y un deje marujil manchego que le valió un Goya a la Mejor Actriz. Llamadme exagerado pero, aquí, Penélope hizo una de las mejores interpretaciones de la historia del cine español.
(Jorge Abad)
Felicity Fuffmann (Transamerica): No hacía falta que nos demostrara que era la mejor actriz del plantel protagonista de ‘Mujeres desesperadas’, pero aún así decidió desmarcarse por completo de sus compañeras con este inolvidable papel de un transexual recién operado que descubre, de repente, que tiene un hijo. Atípica ‘road movie’ con una valiente y arriesgada interpretación que la llevó directamente a las puertes del Oscar en 2005.
(Pol Morales)
Natalie Portman (Cisne negro): Ni las acusaciones de usar una doble en las escenas de baile pueden empañar el virtuosismo de Portman en esta película. Su trabajo es espectacular de principio a fin. Ella se transforma directamente en su personaje y lo sufre, como nosotros, hasta la última escena. Para mí, la mejor actuación de estos quince años de lejos.
(Jonathan Espino)
Charlize Theron (Monster): Los premios por esta actuación fueron merecidos, pero es que su papel fue acojonante. Estaba irreconocible y hacía de lesbiana, prostituta, asesina y rompedora de estereotipos al mismo tiempo. Muchos destacan su transformación, pero su actuación no solo era una de las mejores de estos 15 años. Su transformación también iba acompañada de una historia y de un personaje que cobraba vida como si la propia asesina en serie Aileen Wuornos volviese a la vida para contar su historia.
(Germán de Heras)
Anne Hathaway (Los miserables): El personaje con el que Anne consiguió hacerse con el Oscar a mejor actriz es, cuánto menos, perfecto. Vale que durante la película no aparezca mucho, pero cuando lo hace lo borda. Desde las actuaciones hasta esa genial interpretación de «I dreamed a dream». La película es mucho mejor gracias a ella, todo sea dicho.
(Núria Robaina)
Amy Adams (Junebug): Acostumbrada a interpretar papeles secundarios, llegó a nuestras vidas interpretando a una alegre, dulce e inocente embarazada sureña en la independiente ‘Junebug’. Amy robó el protagonismo de la película al resto del reparto, se convirtió en la actriz del año y su conmovedor trabajo le valió su primera candidatura a la estatuilla dorada. Y es que, en ‘Junebug’, la tierna pelirroja nos mostró su gran potencial como actriz, que Hollywood rápidamente supo aprovechar.
The Voice, en cualquiera de sus versiones, está llena de actuaciones que marcan un antes y un después en el concurso. Algunas por la emoción; otras, por la perfección al cantar; unas pocas, por la puesta en escena. Sea como sea, hay actuaciones que consiguen dejar huella en la historia del programa.
Hoy, en BFace Magazine, tras elegir las 10 mejores batallas de The Voice, traemos 15 actuaciones que podrían considerarse, siempre de forma subjetiva, de las mejores, si no las mejores, de The Voice (Reino Unido, Estados Unidos, Australia… ¡incluso Polonia!). ¿Cuáles son?
Christina Marie – Everlong
Coach: Ricky Wilson | Intérprete original: Foo Fighters
Deanna Johnson – Oceans (Where Feet May Fail)
Coach: Adam Levine | Intérprete original: Hillsong UNITED
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