La rabia adolescente, el primer amor, los conflictos paterno-filiales, la amistad… los jóvenes siempre han fascinado a los creadores de ficciones como sujetos dignos de estudio. A veces representados de una manera idealizada y romántica, otras como crueles extraños que nada tiene que ver con las generaciones que les preceden, las nuevas generaciones tienen cabida más que sobrada en las series actuales. La cultura teen, concepto, por cierto, que cada vez se extiende más en el tiempo y se difumina con el mundo adulto, tiene adeptos en todas las franjas de edad, que demandan contenidos sobre ella. Los 30 son los nuevos 20, y es lícito emocionarse con Hannah Baker a pesar de que la dobles en edad.
A las ya conocidas Skam, Por 13 razones, Riverdale o Cómo defender a un asesino se ha sumado recientemente Clique, distribuida en España por HBO. Esta serie sobre un grupo de chicas universitarias en Edimburgo está creada y producida por los responsables de Skins, aunque en este caso las tramas tienen un aire de madurez que entonces no se dejaba ver. La protagonista se ve envuelta en una trama de ambición y obsesión relacionada con un grupo de élite liderado por una de las profesoras de la facultad, que ofrece a las mejores alumnas puestos de becarias en su empresa. Entre atraída y aterrorizada, Holly, la protagonista, se asoma al abismo del poder y el exceso.
Si eres de esos que aún lloran con el final de Glee, y que echan de menos a Blair y Serena; o simplemente no sabes qué serie empezar, te traemos un test para ayudarte a decidir basándonos en tus gustos cinéfilos y seriéfilos.
Junio es el mes perfecto para ti, adolescente hormonado, que vas restregándote por las esquinas fruto de la desesperación de las recuperaciones, los exámenes de la PAU y las ganas de meterla en caliente. Pero junio también es el mes perfecto para ti, universitario trabajador, que no puedes dormir porque no entra ni una gota de aire por la ventana y tu único entretenimiento es pensar lo bonito que eran los años de instituto cuando mojabas algo más que las galletas en el café a la mañana siguiente cuando tengas que ir a trabajar después de dormir 5 horas.
Pero todos tenéis algo en común, cumplís vuestros deseos entre apuntes y calor con una dosis de procrastinación seriéfila. Primero un capítulo, luego otro y, después, una reposición de Los Serrano. Y es justo en ese momento, cuando veis que Verónica Sánchez sigue en el instituto con 25 años, sin hacer ningún examen, con la vida resuelta y liándose con su hermanastro en la habitación del al lado, que te das cuenta de lo mucho que te gustaría vivir en las series de adolescentes hormonados. Y si todavía no te has dado cuenta, te ilustro 37 cosas que siempre ocurren en estas ficciones. Para ir abriendo boca a tus fantasías.
1. Todas y todos son guapas y guapos.
2. Incluido el feo que en la segunda temporada se convierte en guapo por arte de magia.
3. Por eso tienen las hormonas tan revolucionadas. Normal.
4. Claro, con este percal, la soltería no existe. Después de una relación, empiezas otra, como Angy con Jan, Cabano o Gorka. Así luego se montaban esas famosas orgías.
5. Y así ocurre, que hay sexo a todas horas. Y en cualquier situación.
6. Ya sea con ángeles.
7. Con vampiros.
8. O entre hombres-mujeres-lobo, que da mucho morbo con los arañazos.
9. En la sala de enfermería del instituto.
10. O cuando estás escondiéndote porque una tribu te persigue para matarte.
11. Pero no solo hay sexo.
12. Nuestros protagonistas adolescentes también van a clase.
13. Aunque tengan 30 años, como Cory Monteith.
14. De hecho, podrían ser profesores.
15. Los cuales también tienen historias tórridas de amor.
16. Como tríos inesperados.
17. O folleteos prohibidos con alumnos.
18. La verdad es que en todas las series adolescentes, los protagonistas son hormonas con patas.
19. ¡Incluso hay espacio para los homosexuales!
20. ¡Y también para las lesbianas!
21. Pero claro, todo son risas hasta que alguien se vuelve loco.
22. Y te hueles que alguien va a morir.
23. Y si hablamos de series de adolescentes, y hay un arma de fuego por delante, hay muchas papeletas de que la muerte sea gratuita e innecesaria por culpa de una bala perdida.
24. Pero gratuita e innecesaria de verdad.
25. Finalmente, la maquinaria sangrienta es imparable y se cargan alguien.
26. El mundo se paraliza.
27. Las redes te queman en la hoguera por el spoiler y/o la injusticia.
28. Y una temporada después todo se olvida con una gran fiesta en la que cualquiera está invitado.
29. En la fiesta siempre hay una piscina.
30. Alguien se emborracha de más por mezclar alcohol con drogas modernas.
31. Por supuesto, hay sexo a fuegote.
32. Y una resaca que nadie olvidará.
33. Es entonces cuando nos damos cuenta que hemos reído y llorado con la serie y por la serie a partes iguales.
34. Te percatas que los personajes han madurado y reflexionado sobre los verdaderos problemas de la vida real para superarlos.
35. Y te sientes identificado.
36. Descubres que las series de adolescentes no están tan mal. ¡Incluso aprendes lecciones muy valiosas!
36. En ese momento, deseas haber sabido mandar a la mierda tus problemas.
37. Pero la frustración desaparece cuando descubres que a algunos les ha ido peor que a ti.
Hagamos, como es ya común en esta sección, un ejercicio de memoria. En este caso vamos a retroceder a esa época turbulenta en la que perseguíamos a los chicos a escondidas, nos sentíamos súper guays haciendo montajes en Paint y atravesamos cada fase que es mejor olvidar… Efectivamente, me refiero a nuestra querida adolescencia – momento de drama y descubrimientos – siempre presente y que tanto me fascina analizar.
Recordemos como seguíamos una serie siendo adolescente hasta el punto de dejar al novio colgado o los deberes sin hacer. Qué tiempos. Teníamos nuestras prioridades claras, y eso significaba ver cómo la vida de otros (se suponía que también eran adolescentes, pero algunos tenían cerca de 30 años) era más interesante que las nuestras. Por eso, y por la magia del pasado, en BFace Magazine te traemos un ranking de las series que no te perdías de adolescente:
Rebelde
Esta telenovela mexicana enganchó a más de uno con sus falditas cortas y sus acentos sensuales… Más de uno ahora mismo está recordando la de cosas que hizo por ver esta serie que fue un auténtico bombazo en España. Las niñas se pegaban por cuál era mejor: si Rebelde o si Rebelde Way (versión argentina). Fuera cual fuese la ganadora en esas peleas, esta serie quedará siempre en nuestro recuerdo (y decorando nuestras carpetas).
Física o Química
Desde que Al Salir de Clase terminara en 2002 no había habido una serie sobre adolescentes hecha para chavales de instituto. Y menos que tuvieran tantos líos de faldas y problemas tan variados como los que tenían los alumnos del instituto Zurbarán. Eran chicos normales y corrientes con una vida demasiado cargada con problemas de todo tipo, y eso siempre es interesante de ver.
Al Salir de Clase
La primera en su especie en España, como quien dice. Tras el remake que hicimos hace unas semanas poco queda que decir de ella. Solo puedo decir que era siempre un drama y sacaba lo peor de cada uno (como una caja de pandora de la televisión en España) que nos tenía semana tras semana enganchados a la tele.
Los Protegidos
Fue una de las novedades de la televisión en España: una serie sobre adolescentes (y niños) con superpoderes. Una especie de Héroes made in Spain (y con el humor espanish que caracteriza a nuestras series). A veces un poco surrealista (como que ni Dios se creería que es tan fácil que cinco niños con poderes y desconocidos, en la edad del pavo, puedan convivir sin una trágica muerte).
El Internado
Cambiamos las clases de instituto a los pasillos de un internado, con uniformes y un poco de misterio en cada esquina del lugar. La Laguna Negra era como el instituto Zurbarán (Física o Química) pero con asesinatos y tramas más turbias.
Zoey 101
Saltamos al ámbito internacional. Seguramente nos pilló ya un poco más mayorcitos, pero ver cómo la hermana de Britney Spears intentaba mantener la inocencia mientras su hermana se despendolaba era digno de ver. Además, el instituto en el que vivían y estudiaban era tan idílico y tan elitista que nos encantaba. Todos queríamos vivir ahí (aunque, mirándolo ahora en perspectiva debía costar un pastizal).
Los Serrano
Realmente no puede considerarse una serie de adolescentes como tal, ya que tenía la trama “adulta” de Diego y Lucía, pero fueron Marcos y Eva al principio y Teté y Guille más adelante los que le daban vidilla a la serie. Por eso y porque gran parte del tiempo lo pasaban en ese colegio, se ganan un sitio en nuestro ranking.
Lizzie McGuire
Obviando que los dibujos de la serie eran lo mejor que ha visto la televisión en mucho tiempo, la vida de Lizzie era de una adolescente normal y corriente rodeada de gente un poco rarita. Era una serie llena de topicazos que nos hacía reír y nos mantenía enganchados (aunque no hubiera sexo, drogas o peleas callejeras). La verdad, era simplemente una serie de adolescentes pavisosos. Supongo que eran otros tiempos…
Todas estas series formaron parte de la que seguramente fue una época de la que todos nos avergonzamos (y si no te avergüenzas de tu adolescencia es que sigues en ella) y tratamos de negar a toda costa. De nada sirve huir del pasado, borrar el Tuenti y negar que alguna vez te hiciste una foto en el baño poniendo morritos porque el pasado siempre vuelve. Y si, aun así no quieres que vuelva, tranquilo. Nosotros desde La Bola de Cristal siempre estaremos aquí para recordártelo.
Al salir de clase se convirtió en la primera serie sobre y para adolescentes que triunfó en la ficción española. No sabemos si porque nos gustaban los líos de faldas o porque nos sentíamos identificados con sus personajes -algo rebeldes, jóvenes y, sobre todo, muy alocados- pero el caso es que seguimos teniendo un gran recuerdo de ella. Esto nos lleva a plantearnos que hoy en día falta, en el panorama televisivo, algo similar.
Y… ¿qué mejor serie de adolescentes que una nueva versión de la primerísima que hubo en España? Darle un toque fresco, con actores jóvenes del panorama audiovisual español actual, introducir cameos de los originales y llenar la serie de drama y lágrimas (siempre nos ha gustado llorar a moco tendido, qué le vamos a hacer).
Para eso, en BFace Magazine hemos seleccionado el que podría ser el reparto de la serie –manteniendo tramas y personajes- en la actualidad, a ver si los guionistas cogen ideas y se ponen las pilas.
Íñigo sería… Álex García
Es el mayor del grupo y un ligón empedernido (aunque normal, no hay más que echarle un vistacito). Siempre intenta hacer lo correcto pero se ve que eso de la monogamia no lo lleva muy bien, lo cual le hace quedar como un capullo. Pero, en el fondo, es un romántico que todavía no ha encontrado a su verdadero amor.
Alberto sería… Mario Marzo
Es el hermano adoptivo de Íñigo con el que mantiene una gran relación pero que, muchas veces, le hace sentir inferior. Intenta acercarse a Carlota, con la que acabará manteniendo una relación larga -algo raro en una serie como esta, la verdad- porque le da miedo quedarse solo.
Elena sería… María Valverde
Parece la típica pavisosa pero, en el fondo, tiene un carácter oculto –y un poco inquietante- que saldrá a la luz tarde o temprano. Sus numerosos planes contra algunos de sus compañeros y los malos rollos que origina harán que todo el instituto esté en su contra.
Carlota sería… Clara Lago
Carlota es la hermana de Álex, una chica dulce, comprometida con las causas sociales y algo antitecnológica. Está siempre intentando ayudar a los demás, lo que a veces hace que los demás la tomen por tonta e intenten aprovecharse de ella.
Álex sería… Álex Maruny
El hermano de Carlota. Siempre ha estado muy unido al mundo de la música y gracias a Youtube se hace bastante conocido subiendo vídeos cantando. Tendrá su primera oportunidad de formar un grupo y se enamorará de Miriam, la mejor amiga de su hermana.
Miriam sería… Aura Garrido
Miriam siempre ha querido ser modelo y eso le llega a causar muchos problemas, tanto de salud como académicos. Ella es la chica perfecta -o esa es la apariencia que quiere dar hacia los demás- y no puede mostrar sus debilidades a los demás, lo que puede hacerla parecer una creída y prepotente.
Nico sería… Álex Hernández
Es el hermano de Miriam, el único que la conoce de verdad. Es un chico dulce y cariñoso, buen estudiante –incluso algo empollón- y deportista. Su padre le presiona demasiado para que siga si carrera en el fútbol profesional, lo que causa muchas peleas entre ellos.
Los problemas de unos chavales de 17 años, interpretados por actores de 30, siempre interesan. Solo hay que ver el éxito de series como Compañeros,Física o Química o El Internado. Reconozcámoslo, desde que estas series acabaron echamos de menos esas situaciones forzadas, esos embarazos no deseados y que todos los alumnos de un mismo instituto se líen entre ellos o se peleen por tonterías.
A riesgo de que se convierta en un Física o Química 2.0 -que ya era, de por sí, una especie de versión de Al salir de clase-España entera necesita ¡EXIGE! una serie de adolescentes hormonados con la libido en su punto máximo.
Un Paso Adelante, UPA para los amigos, era esa serie para adolescentes – y no tan adolescentes- que cautivó a media España. Nada más ni nada menos que 6 temporadas en la televisión siguiendo la vida y esfuerzo de unos cuantos jovenzuelos en mallas… ¡y qué jovenzuelos en mallas!
Era una especie de Física o Química de hace 15 años solo que con coreografías y musiquita para entretenernos mientras se liaban unos con otros. Pensar en aquella serie te hace recordar a sus protagonistas (más a los masculinos que a los femeninos, pero habrá que hablar de ellas un poco también) y, por eso, hemos decidido recordar un poco lo que fue de ellos.
Beatriz Luengo
Era Lola, una de las protagonistas de la serie y la que más dio de sí en tema de amores. Se enamoró de media escuela de baile, que yo recuerde, pero acabó encontrando el amor. Y no solo en la pequeña pantalla: comenzó una relación con uno de sus compañeros de la serie, Yotuel Romero, y está esperando su primer hijo con él después de 10 años juntos. En lo profesional, Beatriz ha sacado varios discos, principalmente en Francia e Iberoamérica y también tiene una escuela de baile en Hortaleza, su barrio y el mío, como diría Miguel Hernández.
Pablo Puyol
Para escribir sobre él he tenido que evitar mirar directamente las fotografías porque hiperventilaba o me entraba la risa o ambas cosas. Pablo era Pedro en la serie, el personaje malote de buen corazón que se mantenía en la escuela currando como el que más. Después de UPA, Pablo se dedicó un poco a todo: teatro, música, cine, televisión…Este hombre no para. Muy recientemente ha aparecido en la serie de televisión La que se avecina y antes de eso estuvo en teatro con la adaptación Crimen Perfecto de Hitchcock.
Mónica Cruz
La Hermanísima de España ha estado muy desaparecida en el terreno televisivo (bueno, y en el cinematográfico también). Supongo que ser la hermana de Penélope Cruz nunca te pone las cosas sencillas, pero ella supo aprovechar el tirón de ser una Cruz– haciendo, por ejemplo, una colección de ropa con Pe o siendo su doble en una de las películas de ‘Piratas del Caribe’- y tirar palante. Así nos gusta, Mo: si no puedes con tu enemigo…
Miguel Ángel Muñoz
Otro que tal baila, y no solo en la serie. Ver fotografías de él en los años de la serie da un poco de urticaria por las pintas que lleva, pero he de reconocer que ha mejorado considerablemente. La barba le da un toque… un toque. Puede que sea el que más ha triunfado (dentro de lo que cabe), aunque últimamente tampoco es que se le vea demasiado el pelo. Sin embargo, llegó a tener su propia serie en televisión, El síndrome de Ulises, que contó con 3 temporadas. Eso para una serie española es un éxito, al parecer.
Silvia Marty
Ella era Ingrid o, como la gente la conocía, la pelirroja de Un Paso Adelante. Ingrid era la mejor amiga de Lola y también tuvo sus líos amorosos en la academia, esta vez con profesores. Tras el final de la serie, Silvia recorrió de una en una muchas de las series de la televisión española haciendo apariciones esporádicas, y ahora mismo, tiene su propio programa de repostería en Canal Cocina…
Y una mención de honor a dos de sus profesoras en la escuela… Que aunque su cambio físico no se note tanto, siempre las recordaremos por su papel en UPA:
Lola Herrera
Ella era Carmen Arranz, directora de la escuela de baile que llevaba su nombre y la causante de que todos se liaran con todos abriendo una escuela-internado mixta. Si Carmen lo hubiera pensado bien, sus alumnos no se liarían todos entre todos y controlaría mejor a sus profesores que eran casi peor que los alumnos. Pero a Lola ya le da igual, ella ahora se toma su actimel ¡y a funcionar como una jovenzuela más!
Natalia Millán
En esta serie si no tenías una historia detrás de esas que Almodóvar habría usado para hacer una película, no molabas. Ella la tenía, y no veas cómo: drogas, prostitución, lesiones… Era una Barbie perdida en el mundo y con el baile se encontró, todo tan bonito… Pero, la verdad, era de las profesoras favoritas y las coreografías eran muy chulas. Luego pasó a ser profesora y directora de otro internado… Aunque en este caso era mucho menos alegre y dicharachero.
Pensándolo bien, la escuela de baile era más parecido a un Tinder que a una academia: tú elegías a un futuro pretendiente e ibas a por él. Al final todos acababan con todos y nosotros, que somos muy así, seguíamos pegados a las pantallas quién se iba a liar con quién en el siguiente capítulo. Tal vez no fuera lo más educativo que había en la televisión en el 2002, pero sí lo más divertido. Eso está muy claro.
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