Este verano no voy a poder viajar a Andalucía a disfrutar de la vida mientras me tomo un salmorejo y pescaito frito, así que he tenido que buscar Andalucía en Madrid, y he acabado en Triana.
Triana ya no está en Sevilla, ahora está en el centro de Madrid. Concretamente, en el número 31 de la calle Menorca, a pocos minutos del Parque del Retiro.
Triana abrió hace casi 10 años en Madrid, por lo que no es raro encontrar sus mesas llenas de gente disfrutando del sabor 100% andaluz. Ahora, además, cuenta con una imagen más renovada y moderna.
Tanto si quieres comer, como si quieres tomarte un vino o una copa o disfrutar de su terraza, se adapta a todos los gustos.
Y, como compartir es vivir, sobre todo cuando a comida se refiere, mi recomendación más sincera es pedir varios platos y raciones y probar de todo un poco.
No hay que ser egoísta con tus compañeros de comida, sabemos de sobra que siempre acabas mirando el plato de otra persona con ojillos recelosos y arrepintiéndote de tu elección. Aprovecha y pide todo.
No pueden faltar platos como el salmorejo, el cazón el adobo, las tortillitas de camarón o los flamenquines. Platos tradicionales y sencillos que siempre nos hacen la boca agua.
La carta es bastante amplia y es difícil elegir qué pedir cuando lo quieres todo. Además, su menú del día es muy asequible, cuesta 12,50€ y tienes bastantes opciones para elegir. Para el postre siempre hay hueco, sobre todo si incluye tartas de queso o de manzana; eso es así.
En general, un sitio cómodo y actual en el que disfrutar de la tradición andaluza sin tener que viajar. Sólo me faltó el mar y la música para que la experiencia fuera completa. Triana es un sitio para ir solo, con amigos, con tus padres o con la vecina del quinto; cualquier excusa es buena.