Los festivales no son sólo para el verano. Cuando me propusieron cubrir el Actual Festival en su veinticinco aniversario, festival de música y cultura que tiene lugar el primer fin de semana del año en la ciudad de Logroño, no me lo pensé demasiado. Me planté mi bufanda más gorda, cogí mi cámara, y a pesar de algún que otro drama, llegué a tiempo para la inauguración del festival de la mano de Belako, uno de los grupos revelación del 2014. Su directo eléctrico dio el pistoletazo de salida a una programación llena de Cultura, en mayúsculas. Actual no es sólo música. Durante cinco días, la ciudad de Logroño goza de una amplia programación que abarca desde proyecciones, teatros, cortometrajes, y todo acompañado de vino. Porque La Rioja es la región de las bodegas, y no hay mejor compañero para los conciertos que comenzaban a la 13:30 del mediodía.
En su amplia trayectoria, el festival ha crecido de manera inmensa, llegando a convertirse en un referente cultural de la región, y el primer festival de gran capacidad del año (alrededor de 9000 personas llenaron la noche del sábado la Plaza de Toros de La Ribera). Actividades como “Los Sonidos del Vino” o la proyección de cortometrajes animados acompañados de música en directo caracterizan al Actual Festival como un festival diferente. Su cartel se completaba con artistas tan dispersos como Mónica Naranjo, Vetusta Morla, u O’funk’illo; llevando por bandera la diversidad y abriéndose a más de un estilo. Supersubmarina, los jóvenes Inocua (ganadores de la guerra de bandas de la anterior edición), los míticos Texas, el soul de The Excitements, Fuel Fandango, y Joe La Reina completaban los conciertos de la Plaza de toros de La Ribera, escenario principal del festival.
Durante el día, en el Vermú Torero y el Café Cantante se programaban Cooper, Isaac Miguel, Mucho (que sustituyeron a Pecker tras una baja repentina por enfermedad), Lucía Scansetti (en la foto), íngel Stanich, entre otros tantos, que pusieron banda sonora a las resacas y el cansancio que se acumulaba con el paso de los días. Escribo estas líneas, ya en Madrid, mientras India Martínez pone el broche final en este día de Reyes.
Entenderéis lo complicado que me resulta resumir en palabras lo acontecido en Logroño desde el espectáculo, con sonido de excepción, que a pesar del frío y la espera, se marcó la televisiva Mónica Naranjo el pasado viernes. Una inmaculada interpretación de sus grandes éxitos arropada por un público que esa noche se mostró furioso y agradecido a partes iguales y que coreó con ganas los archiconocidos temas de la banda Texas, quienes por un problema técnico, retrasaron el festival cerca de una hora; hasta los disparos de metralleta que soltó íngel Stanich en el mediodía de este lunes con los que me despedía de una ciudad que me ha acogido y arropado con tanto cariño.
Es cierto que pasamos frío. Aunque también es cierto que la plaza de toros se caldeó con el lleno absoluto que lograron en la noche del sábado dos de las bandas independientes más importantes del panorama nacional. Llamadme loca: pero yo me quité el abrigo. Creo que el problema de los recintos no es si son fríos o no, es que las bandas consigan dar calor a ese público que está frío, y tanto Supersubmarina como Vetusta Morla abrazaron a los asistentes.
Lo que me resultó increíble de la noche del sábado fue ver cómo han crecido los primeros. Su último disco, “Viento de Cara” (2014) ya es coreado por cientos de fans que acompañan al grupo de Baeza allá donde van. Han crecido, y su sonido con ellos. Recuerdo que hace seis años que los conocí, cuando aún no habían sacado ni siquiera “Electroviral” (2010), su álbum debut, y en este tiempo han luchado un camino que los ha llevado a lo más alto. Un perfecto final cargado de éxitos de sus primeros discos se encadenó con miles de voces que arroparon después a Pucho, vocalista de Vetusta Morla, en una delicada “Año Nuevo”, regalo que sonó a capela. Tras ello, comenzó, a la deriva, un concierto que repasó los tres álbumes de la banda, y donde, incluso, rescataron la aclamada “Saharabbey Road”.
El buen sonido que acompañó las dos noches anteriores, no se logró, sin embargo, en la velada del domingo. A pesar del precio asequible del festival, la asistencia se redujo más de la mitad, y el vacío provocó la inteligibilidad de las (quizás demasiadas) bandas que pasaron por el escenario. Ocurría lo mismo en el casi improvisado concierto que se marcaron Mucho en el Centro de Cultura de La Rioja. El espacio, con techos altos y paredes de hormigón, eclipsó la calidad de muchas de las bandas allí programadas durante el día.
Como punto y final, quiero destacar el valor de las bandas que lucharon en la guerra de bandas. Y un merecido reconocimiento a Repion, quienes se volvieron a Cantabria con los 2000€ otorgados de premio, y el orgullo de poder decir que son el primer grupo confirmado del próximo Actual. Su rock de garage, crudo y en castellano, convenció a público y jurado. Nos vemos en Logroño en la primera semana del 2016.
Texto y fotografías: [followbutton username:’prockcorn’]