No importa cuándo empieces a verla: Friends jamás dejará de ser un clásico. Nos transporta al Manhattan de los noventa, cuando todavía no existía WhatsApp, la gente ligaba en persona y las televisiones pesaban una tonelada. Durante aquellos bonitos años, la serie ya marcaba un antes y un después.
En cierto modo, abre una ventana al mundo en lo que a tendencias noventeras se refiere y a las que muchas firmas no han dejado de hacer guiños. Pantalones rectos, camisas de estampados inéditos, americanas oversize y bombers eran algunas de las pinceladas del momento. Era el modo de rechazar la ostentación de los ochenta. Traía consigo nuevas modas como el grunge y caras como Campbell y Schiffer.
Friends viene con un mensaje claro, a parte de poner el listón muy alto en lo que consiste una amistad verdadera: Nueva York es el santuario de la moda. Nos hace soñar con pasear por Fifth Avenue, al igual que Carrie Bradshaw comprando sus ‘Manolos’. Pura maravilla.
Sea como sea, es una serie mayúscula y no deja de inspirarnos. ¿Y qué mejor que un test para saber qué prota eres según tu gusto por la moda? ¡Descubre si eres más de Phoebe, Rachel o Monica!
‘Friends’. La serie por excelencia. La serie de las series. La mejor serie de amigos de la historia (pobres aquellos que solo conozcan HIMYM). Diez temporadas de las peripecias de un sexteto de amigos con los que hemos reído y llorado (pero sobre todo reído). Una serie que echamos tanto de menos que al escuchar el ‘I’ll Be There for You’ hasta se nos cae la lagrimita.
Pues bien nostálgicos y nostálgicas, no os preocupéis porque aquí os traemos una buena recopilación de algunos de los mejores momentos de toda la serie. Y es que ‘Friends’ no solo nos ha entretenido, nos ha educado. Si queréis ser unos buenos amigos (o BFF como diría Paris) solo tenéis que seguir estos 10 mandamientos de la amistad que la serie nos ha dejado para la posteridad.
1. Santificarás las fiestas
¿Qué hay más navideño que juntar a un armadillo, Superman y Santa Claus en la misma habitación? Todos los amigos juntos en armonía de disfraces, ése es el verdadero espíritu de la navidad.
2. Apoya a tus amigos en sus aficiones
Todos tenemos ese amigo que cree que sabe cantar, pero ojo, que ya le gustaría hacerlo tan bien como Phoebe. Recordemos que hasta la mismísima Taylor Swift se ha atrevido con el ‘Smelly Cat’.
3. Amaos los unos a los otros
Aunque tu amigo sepa que le quieres, ¡recuérdaselo de vez en cuando! Besos, abrazos y lo que haga falta (aquí estos seis amigos al final se acaban liando todos entre ellos así que déjate llevar).
4. Miente miserablemente si tu amigo cocina mal
Por muy mal que sepa lo que tu querido amigo te ha cocinado, MIENTE. Traga sin respirar, dáselo al perro disimuladamente o finge que tienes que ir al baño. La imaginación al poder, todo vale menos la verdad.
5. Compraos un pato y un pollo.
Reconoced que estabais todos enamorados de Duck y Chick, ¿a quién no le gustaría tener un pato y un pollo de mascota? Jugar al escondite con ellos, bañarlos, echar carreras… Las posibilidades son ilimitadas.
6. También viene bien discutir de vez en cuando
Los amigos también se pelean y mucho. Si quieres ser suave porque en el fondo tu amigo te cae bien, puedes hacerle el famoso corte de mangas a lo Ross, todo un clásico de las peleas de amigos. O directamente dale un empujón, suelta adrenalina.
7. Siempre hay que estar dispuesto a dar un buen consejo
Si tu amigo te llama en busca de consejo, deja lo que estés haciendo e intenta ayudarle. No importa lo cansino que sea, hay que estar ahí. Aunque no siempre los consejos salen tan bien en la práctica como en la teoría.
8. Ayuda en las tareas de la casa
Compartir piso y discutir por las tareas de la casa es una de las formas más comunes de romper una amistad de años. Haz como Joey y echa una mano donde se necesite. Si hay que limpiar, se limpia, y si hay que comer, se come.
9. Si a tu amigo le pica una medusa…
Todos sabemos el remedio más natural y eficaz que existe para paliar el dolor si te pica una medusa. El problema es si de verdad quieres tanto a tu amigo como para hacer lo que tiene que hacerse. ¡Demuéstrale que harías cualquier cosa por él! (o evita las playas para que esto nunca tenga que pasar).
10. Ten la confianza para hablar de todos los temas
Si hay que hablar de sexo, se habla. Si necesitas un consejo sexual ¿quién mejor que tu amiga? Eso sí, quizás la conversación derive hacia ciertos temas de los que quizás no quieras enterarte…
En los últimos años, las sitcom (comedias de situación)se han convertido en uno de nuestros formatos televisivos favoritos. Pero, ¿por qué están teniendo tanto éxito? ¿existe una fórmula secreta? Vamos a analizar qué es lo que tienen para que nos gusten tanto este tipo de series:
Porque a veces son disparatadamente absurdas
Lo mejor de ver una sitcom, por lo general, es que nunca sabes cuando pueden arrancarte una carcajada. Y esta capacidad de sorprendernos nos encanta. De hecho, los personajes más disparatados (como Phil Dunphy, Barney, Chandler, etc) suelen ser nuestros favoritos.
Porque no requieren mucho tiempo
Vale, si nos ponemos a calcular todos los capítulos juntos de algunas de ellas, nos puede salir una buena cantidad de horas de emisión. Pero lo bueno de este tipo de series es que los capítulos suelen durar poco tiempo y por tanto, no nos cuesta mucho ver un capítulo con frecuencia. Por lo general a mi se me hacen cortos pero no hay mejor sensación que llegar a casa con cansancio, ponerte un capítulo de tu serie favorita (o la que estés viendo) y prepararte para reír.
Porque representan aspectos de tu alrededor
Aunque sabemos que es ficción, hay algunas series en las que puedes ver a ciertos amigos/familiares reflejados en los perfiles de los personajes y eso es genial. De hecho, este tipo de cosas hacen que implementemos elementos de las series en nuestro día a día. ¿O vosotros nunca le habéis hecho a algún amigo un «conoces a Ted«?
Porque nos sentimos identificados con la trama
Quizá uno de los puntos más importantes de las sitcoms, sea éste. Es cierto que ver el glamour de Sexo en Nueva York nos gusta, que en algún momento u otro nos gustaría ser un poco Carrie Bradshaw, pero la realidad, nuestro día a día, es bastante más diferente a ese papel aspiracional.
Ver aspectos de nuestra vida reflejados en una serie provoca una conexión instantánea con los personajes. Y si además, lo tratan con humor y ridiculizan algo que hacemos o un momento de nuestro día a día, mejor que mejor.
Porque aunque tenga toques humorísticos, también los tiene tristes
Ver una serie en la que todo sea maravilloso o todo sea horrible sería extremadamente cargante. Uno de sus puntos fuertes es que aunque traten temas desde el humor, siempre hay algún toque dramático, triste, que convierte la serie en algo más real y que consigue bajarla a nuestra vida.
Porque tienen algo que a ti te gustaría tener
Seamos conscientes o no, a todos nos gustaría tener a nuestro lado a un Sheldon Cooper (de vez en cuando), tener un amigo que siempre sale con traje, que un amigo viva al otro lado del pasillo, unos padres lo suficientemente locos como para crear las mejores fiestas de halloween, una historia de amor de «serie», etc.
Como veis, son varias las cosas por las que tienen éxito estos formatos televisivos pero lo que si es seguro, es que funcionan y que nos lo pasamos genial viendo esas series. ¿Añadiríais alguna razón más?
Con la frase: “el verano hace bueno el invierno” se me ocurren varios momentazos en los que seguro, segurísimo tú también te has venido arriba este verano.
¡En el fondo todos somos iguales! Y a todos, nos encanta el postureo veraniego.
El verano es tan pícaro, que nos hace hacer muchas locuras o digamos, tontunas. Atento a esta lista de esos momentazos en los que te has venido arriba:
1. Nos remontamos a febrero. Ése rayo de sol que hace que cualquier español se enfunde sus gafas de sol como arma letal y le nazca la necesidad de sostener en su mano un vaso de tubo/jarra de lo que viene siendo la bebida por excelencia del verano. Una caña fresquitaaaa. Tranquilos, eso es solo un calentamiento.
2. El verano es el único que conseguirá que no salgas de casa, sino que ni entres. Pero niña, ¿tú cuándo piensas descansar? O en su variable, ¿tu piensas que esto es un hotel? Te dirá tu madre una y otra y otra vez. Mamá, es un “ahora o nunca”.
3. Solo en verano bailarás como loca las canciones de Juan Magan y pensarás que es el hit del verano. ¡Esos si que son momentos de venirte a arriba!
4. Desear bañarte desnudo en la playa o apostar con tus amigas quién será la primera en quitarse la parte de arriba del bikini. Un ‘si tu te tiras yo me tiro’ en toda regla. Eso es amor de amigas.
5. Perderte en la montaña pensando que es un planazo alternativo de un domingo de agosto sin nada que hacer. Piensas que es lo mejor que puedas hacer y el domingo por la noche, jurarás que nunca más volverás hacer caso de tus amigas. Uno, por perderte y dos, por las agujetas que tendrás al día siguiente.
6. Exclusivamente el verano será el único que te hará que te tires 3 meses cenando atún de lata y un huevo cocido para luego poder comer todo el pescaito frito y beber tintos de verano como si no hubiera un mañana.
7. Vas de feria en feria y fiestas pueblerinas haciendo tontunas varias y conociendo a gente que posiblemente solo volverás a verlos en Facebook cuando suban alguna que otra foto. ¡Y qué super amigos fuistes aquella noche!
8. Venirse arriba es el último día de curro en la oficina. En la que no puedes evitar sonreír y reír a la vez, pero por nervios. Pensando en realidad en lo que falta por meter en la maleta y volar hacia el paraíso, aunque este esté a 300 km.
9. Los espejos engañosos del centro comercial de turno. Eso sí que es un venirse arriba cuando te ves tan estupenda en bikini, EL BIKINI. Con el que piensas que todas y sobre todo, todos, se girarán y bajarán sus gafas de sol para contemplarte. Sin saber tú que en la playa lucimos a veces un tanto…
10. Pero si hay un momentazo para venirse arriba en verano, es ese pequeño instante justo antes de disfrutar lo que más deseabas por cumplir este verano. Tan solo unos segundos, pero taaaann bonitos que lloras. Los segundos previos a ver el Empire State, de tirarte en paracaídas, de bañarte por primera vez en la playa en verano, de cruzar la frontera tras 11 horas de viaje en caravana con los amigos. O incluso, de volver a ver a esas personas que tanto hacía que nos os veíais.
El verano es único, y con el verano, pues eso, nunca se sabe.
¿Alguna vez has encendido la televisión y te ha recorrido de punta a punta una sensación de déja vu? Te colocas una noche frente la pantalla del salón esperando esa emocionante apuesta de un canal y que tan cansinamente se había estado anunciando: un golpe de aire fresco en la parrilla televisiva, algo diferente que poder ver por fin y que suponga un cambio. Pero te das cuenta en los primeros minutos que ya lo habías visto en algún lugar y no puedes evitar pensar que esa serie te suena. Mucho.
Y es que cuando el ingenio de los guionistas es limitado (o prestado) el espectador lo nota enseguida. Hagamos un repaso por alguna muestra de que, a veces, falta imaginación en los guiones televisivos:
La que se avecina y Aquí no hay quien viva
Las historias de dos comunidades de vecinos, los conflictos que surgen entre ellos e incluso los personajes son tan parecidos que chirrían desde muy lejos. Hasta las muletillas se repiten. La diferencia entre Juan Cuesta (¡presidente de ésta nuestra comunidad!) y Enrique Pastor (¡concejal de juventud y tiempo libre!) está tal vez y únicamente en su forma de ganarse la vida. Los propios guionistas se mofan de este parecido en algunos capítulos en los que los personajes llevan a cabo una retrospección a su vida pasada que no es otra que la de sus personajes en Aquí no hay quién viva.
Padre de familia y Los Simpson
Cuando Seth McFarlane sacó su serie en 1999, más de uno pensó que se parecía un poco demasiado a Los Simpson. Una familia americana con tres hijos, de un nivel adquisitivo medio cuyo padre es más bien lento de pensamiento (por no decir tonto de rebote), lo que hace todo el peso moral de la familia recaiga en la madre, ama de casa, que se encarga de resolver los problemas que en muchas ocasiones causa su marido y que se resigna al ridículo que éste causa… Lo que sí supo hacer bien Seth es darle esa picaresca y toque adulto que a Los Simpson a veces le falta y conseguir hacer de algo que llevaba ya muchos años en el aire una novedad.
Vis a vis y Orange Is The New Black
Mucho se ha comentado sobre el parecido de la serie que prepara Antena 3 para la próxima temporada y a la que rodea un misterio muy misterioso con la serie de Netflix. La historia de una mujer a la que meten en la cárcel y que tiene que hacerse a la vida en prisión nos suena demasiado a la serie estadounidense Orange is the New Black, señores de Antena 3.
Habrá que ver cómo se posiciona la cadena española con respecto a este tema y el giro que pueda darle a la serie para diferenciarla de OITNB. Desde luego, queda claro que si lo que quiere es hacer una serie medianamente decente tiene que alejarse mucho de la versión norteamericana porque, seamos sinceros, los españoles en cuanto a versiones somos más bien cutres. Si no me creéis, no hay más que ver El don de Alba.
7 vidas y Friends
Si nos centramos en los orígenes de ambas y lo pensamos bien, nos encontramos con que no hay gran diferencia entre ellas: las dos se centran en el día a día de unos amigos de toda la vida que se reúnen en un bar/cafetería, que tienen su sitio fijo en ese local (extrañamente en ambos casos se trata de un sofá), raramente aparecen trabajando y la serie se centra en sus problemas amorosos (entre los propios protagonistas). Además está el hecho de que dos de sus personajes sean vecinos y sus casas estén conectadas de tal forma que, sea la hora del día que sea, se puedan pasar la vida en la casa del otro y entrar sin ningún pudor. ¡Que viva la intimidad!
El don de Alba y Entre fantasmas
Muchos quedaron sorprendidos cuando Telecinco comenzó a anunciar El don de Alba, adaptación española de la archiconocida Entre fantasmas. La versión de española de la, como la llama mi abuela, «serie de los muertos» no llegó a tener el éxito necesario para seguir antena. Pero es que, sinceramente ¿a alguien le extraña? Y es que, la verdad, si ya de por sí el argumento de la serie americana se iba derrumbando por momentos, los efectos y la adaptación en nuestro país… En fin. Además, teniendo en Divinity la serie original… ¿pa’ qué?
Ellas y el sexo débil y Sexo en Nueva York
Puede que, para mí, esta sea mi adaptación favorita. La apuesta de Antena 3 sólo contó con 3 capítulos pero ¡qué capítulos! La serie comenzaba como un relato con voz en off que introducía el tema del capítulo. Se centraba, básicamente, en las relaciones de un grupo de mujeres con los hombres sus vidas y las traiciones de éstos. Al final, cada capítulo terminaba con una reflexión de la protagonista de la serie que, se me olvidaba, era la que iba narrando el capítulo. No, no os estoy contando Sexo en Nueva York. Se trata de Ellas y el sexo débil, adaptación de la GRAN Ana García Obregón, una de las mejores presentadoras, biólogas, actrices, guionistas y productoras de este país.
Lo dicho, algunos guionistas muchas veces se quedan sin inspiración y deciden tomar prestado el argumento de otra serie sin vergí¼enza alguna pensando que nadie se va a dar cuenta. En realidad nos da igual, vamos a seguir viendo las series que nos pongan en la televisión, sobre todo si no hay nada más que ver. Señores guionistas, desde mi humilde posición les digo que, ya que lo hacen, metan alguna novedad: unas explosiones, una hermana secreta que aparece para vengarse después de muchos años… Algo que nos haga sorprendernos de verdad.
Con el cierre de algunas webs muchos fueron los que se llevaron las manos a la cabeza y casi dieron su último suspiro. Yo sé de una a la que le gusta el drama y se ha propuesto hacer un listado de series para llevarse a una isla desierta… Y la decisión no ha sido fácil.
Hay series que te conquistan poco a poco y Friday Night Lights es una de ellas. En esta memorable ficción el fútbol americano es solo una excusa. FNL es la historia de Dillon, un pequeño pueblo ficticio de Texas. Las hazañas y fracasos de su equipo, los Panthers, se mezclan con el día a día de un pueblo en decadencia. Personajes auténticos y emotivos encabezados por el entrenador Kyle Chandler y su mujer Coonie Britton, una estética de falso documental apoyada en una gran banda sonora, y una historia coral sobre la supervivencia, son algunas de las razones para ver FNL.
Texas Forever.
Friends pertenece a la categoría de series que tienes que ver sí o sí. Sus brillantes diálogos, sus giros impredecibles y sus tramas han marcado época. A pesar de sus diez temporadas, la ficción nunca dejó de sorprender. Está catalogada como una de las mejores comedias de todos los tiempos gracias a unos actores en estado de gracia, una atmósfera entrañable y unos gloriosos cameos que catapultaron a la serie. Friends es una serie para disfrutar una y otra vez.
Todos quieren parecerse a ellos sin ser ellos.
Sería un auténtico pecado televisivo si continuara la serieteca sin haber añadido un drama teen. Felicity es un clásico moderno que cuenta la historia de una joven de California que decide dejarlo todo e irse a Nueva York, adonde se ha marchado el chico del que está enamorada. El triángulo amoroso que formarán Ben-Felicity-Noel nos mantendrá en vilo, hasta casi tirarnos de los pelos, durante cuatro temporadas. Y aunque durante mucho tiempo tengas ganas de matarla, Felicity y sus amigos son la compañía perfecta en un isla desierta.
No podía faltar la ciencia ficción en esta cita seriéfila. Aunque para muchos sea un experimento fallido, para otros tantos Fringe es una serie muy querida por sus giros loquísimos, su mitología y unos inolvidables protagonistas, entre los que destaca BOlivia, un adorable Walter Bishop y la grandísima Astro, Astérix… Astrid. Una historia de padres e hijos y sobre la redención que ha calado hondo entre sus fans y que te sumerge en un universo en el que cualquier cosa es posible.
Aquellos maravillosos 70 es una de esas ficciones que permanecen en la memoria de aquellos que la hemos visto. Su inclusión en la lista se debe a una historia fresca con grandes dosis de humor y sarcasmo y a unos personajes más raros que un perro verde que escuchan música disco y pasan su tiempo libre en un bajo. Una serie perfecta para echarse unas risas bajo el sol isleño con las historias de Eric y compañía.
Hello Wisconsin!
A dos metros bajo tierranos cuenta la historia de una familia, los Fisher, que regenta una funeraria y que se codea con la muerte a diario. En esta ficción hay que estar atentos a los pequeños detalles y a sus silencios. Razones para verla: una historia transgresora y valiente que nos enseñó que no se pueden capturar los momentos, sólo puedes vivirlos. Y, posiblemente, con el mejor final que la televisión ha emitido nunca.
La navidad, esa maravillosa época del año para pasar junto a la familia, atiborrándote de comida y cantando canciones ñoñas mientras nieva fuera. Tú, naturalmente, lo ves por la ventana de tu maravillosa mansión a las afueras de una gran ciudad. Las calles se encuentran iluminadas con luces preciosas y las casas están decoradas con ornamentos que parecen regalar.
Si tus navidades no son así, entonces algo mal tienes que estar haciendo. Así son en todas las series americanas que nos hacen sentir que tenemos aún mucho que aprender para convertir nuestras navidades en perfectas.
Y es que, cuando estamos ya metidos de lleno en las vacaciones y nos despertamos el día de nochebuena o de navidad ilusionados por haber dormido por fin tu cupo de horas, encendemos el televisor con toda la ilusión del mundo para encontrarnos un capítulo de navidad que destroza nuestros esquemas y nos hace sentir que le falta algo a nuestras fiestas.
Hoy, en BFace Magazine os traemos algunos de los capítulos navideños que hacen que deseemos vivir en una serie americana.
Los Simpsons
Pocas cosas hay en esta vida que esta serie no haya convertido en capítulo. La navidad en la familia más famosa de la televisión no podía ser menos, aunque no llegue al nivel de un capítulo especial de Halloween. Todos sabemos que Lisa pedirá un poni y que Bart se meterá en algún lío, ya sea robando su regalo o destrozando el del resto de la familia, pero eso no hace menos navideño el final. Uno de los capítulos más recordados de navidad es, sin duda, el capítulo en el que la familia Simpson suma un miembro: el ayudante de Santa Claus. Es aquí cuando se da cuenta uno de que hasta en los peores momentos se pueden sacar cosas buenas, y más aún en unas fechas como estas. Cuando toda esperanza de tener regalos parece perdida ocurre siempre un milagro de navidad, que en este caso viene encarnado en este adorable perro.
Cómo conocí a vuestra madre
Ya sea acción de gracias, navidad o año nuevo estos cinco amigos están siempre juntos. Parece que ellos no tienen familia y pasan estas festividades juntos o simplemente que ellos mismos son como una gran familia. Pase lo que pase, al final se reconcilian: aunque Ted insulte a Lily y ésta robe la navidad al más puro estilo del «Grinch», el espíritu navideño la poseerá el tiempo suficiente como para reconciliarse y decorar la casa con todo tipo de adornos luminosos que causarían muy fácilmente un ataque epiléptico si te descuidas.
Friends
Es esa serie que, aunque hace mucho tiempo que no se hacen nuevos capítulos, sigue estando de actualidad y deprimiéndonos al pensar que nosotros no tendremos navidades así. En estas series, suele pasar que, a medida que van pasando los capítulos, sus personajes maduran con ellos. Sin embargo, parece que la navidad saca nuestro lado más infantil y así lo hicieron Ross y Chandler en el capítulo de la séptima temporada en el que quieren enseñarle a Ben lo que es Hanukkah. Por eso, su padre se disfraza de armadillo (al no haber un disfraz más navideño) sin saber que Chandler se disfrazará de Santa Claus y Joey de Superman.
Modern family
Si hablamos de familias extremadamente unidas, de esas que dan ganas de agarrar a tu madre decirle cuánto la quieres, Modern Family es el ejemplo perfecto. A pesar de que esta familia se reúna día sí y día también para comer, cenar o cualquier cosa que implique comida de por medio, saben hacer que la navidad parezca especial. Aunque sea adelantándolo unos días porque no pueden estar el día de navidad juntos y con un cañón de nieve anticipando la primera nevada del año o invitando al Santa Claus de unos grandes almacenes a cenar en tu casa. Los Pritchett saben cómo pasarlo en grande el día de navidad.
Sea como sea, las navidades americanas parecen siempre las mejores. Sin embargo, no son perfectas. Nosotros tenemos a Raphael y sus villancicos, los especiales de navidad y los discursos del rey (¡ay, cómo se van a echar de menos!). Tenemos los presentadores de cada cadena explicándonos cómo va eso de los cuartos, no vaya a ser que alguno se adelante engullendo uvas. Tenemos en la tele las películas de Solo en casa y en antena tres alguna película poco conocida pero con un gran mensaje navideño. Al final, no hay lugar como el hogar, como decía Dorothy y, por supuesto, no hay nada como la navidad española.
He tenido relaciones de años que me han dejado menos marcado que algunas canciones. Y como yo, tú también, seguro. Puedes pensar que estoy hablando de Adele, Julieta Venegas, Russian Red o Imagine Dragons. Pero no, no hace falta ser tan posturetas místicos. Estoy hablando de esas canciones que oías e inmediatamente dejabas de hacer lo que estuvieras haciendo y salías corriendo: las cabeceras de las series.
En BFace queremos hacer un repaso por aquellas canciones que, aun siendo simples cabeceras, se acabaron convirtiendo, por sí solas, en un hit. Sigue leyendo, que yo te aviso.
7 vidas (7 vidas)
Originalmente compuesta e interpretada por Emilio Aragón y finalmente versionada por El Canto del Loco. Te hace espabilar al sonar como si de una colleja de Sole se tratase. Era Es la sintonía de los domingos.
¿Quién no recuerda a Quimi y Valle? Popularizada por LosLunes Al Sol, esta obra de arte fue la banda sonora de principios del 2000 de muchos. En esta época, por si no te acuerdas, las letras no se twitteaban, se escribían en la agenda de tu compi de clase a modo de dedicatoria, junto a una foto recortada de la Bravo. Esta canción es como los torreznos: un ratito a la boca y toda la vida dentro.
Los jóvenes españoles andaban en Proyecto Hombre desintoxicándose del bakalao y las cantaditas, cuando se dio el resurgir del pop. Un claro ejemplo de ello fue esta sintonía de cabecera. Corría a cargo de Despistaos, que llegaron a recibir el Premio 40 Principales artista revelación del año en 2008. La canción era un subidón, pero también te la ponían lentita para los momentos «emotivos» (que entre col y rabo col, metían alguna lechuga).
La joyita de la corona. Aunque la serie Friends acabara en 2004, en España continuamos años siguiéndolos, aunque fueran repeticiones, en Canal+ en abierto. Su canción de opening, interpretada por The Rembrandts, fue número #1 durante 8 semanas en Billboard 100 Hot allá en 1995. Lo malo de lo bueno es saber que existe y se acaba.
Y finalmente no podía faltar la de aquella serie más adulta del Club Megatrix. Sonaba y sabías que la mañana del sábado tocaba a su fin. «Boss of me» fue compuesta por TheyMight Be Giants, ganadores de un premio Emmy 2002. También compusieron el tema inicial de Austin Powers: La espía que me achuchó y en la actualidad siguen en activo.
¿Puede convertirse una serie sobre las vivencias de seis amigos en Manhattan en una de las mejores de la historia? ‘Friends‘ dio la respuesta a esta pregunta con un rotundo sí, cautivando a prácticamente todo el mundo durante diez temporadas en las que las idas y venidas amorosas de Rachel y Ross, la relación más sólida de Mónica y Chandler, las marcianadas de Phoebe y las locuras de Joey provocaban carcajadas por doquier. El pasado 6 de este mes, su adiós cumplió diez años. Por ello, y en lugar de recordar viejos momentos de la serie, en Bface Magazine nos hemos preguntado: ¿cómo les está tratando la vida a nuestros viejos amigos? Veamos.
Courteney Cox
Algún papel pequeño en el cine, su regreso a la saga ‘Scream‘ en la cuarta entrega y el protagónico en dos series: por un lado, ‘Dirt‘, tres años después de ‘Friends’, en la que dio vida durante veinte episodios a la implacable editora de una revista de cotilleos; por otro, ‘Cougar Town‘, con la que ha corrido mejor suerte, en la que interpreta a una mujer divorciada con un hijo que intenta volver a la vida normal pero que finalizará tras su próxima temporada. Además, Cox ha intervenido en dos series de sus compañeros de manera recurrente: ‘Go On‘, con Perry, y ‘Web Therapy‘, con Kudrow. Ambos también intervinieron en la suya.
Matthew Perry.
Podríamos decir que esta gafado y no nos confundiríamos. El pobre de Chandler no encuentra su sitio en la televisión ni contando con la ayuda de Aaron Sorkin en aquella maravilla de una sola temporada que fue ‘Studio 60 on the Sunset Strip‘. Tras ésta, ha arrastrado dos series de una sola temporada: ‘Mr. Sunshine‘, sobre un agente deportivo en la crisis de los 40; y ‘Go On’, sobre un locutor de radio viudo que encuentra una salida en un grupo de ayuda. Aún así, Perry no para y prepara ya dos nuevas series: ‘The dog thrower‘, serie británica en la que interpreta a un hombre que lanza por los aires a su perro para luego recogerlo al vuelo (algo muy raro); y ‘La extraña pareja‘, revisión del clásico llevado ahora a la gran pantalla. ¿Volverá el éxito a nuestro amigo de una vez por todas?
Lisa Kudrow
Consiguió que la cadena Showtime trasladará su webserie a la televisión y, ahora, ‘Web Therapy’ cuenta ya con cuatro temporadas. En ella han colaborado Meryl Streep, Conan O’Brien, Meg Ryan y un larguísimo etcétera que también incluye a tres compañeros suyos, Courteney Cox, David Schwimmer y Matt LeBlanc. Ha colaborado en ‘Scandal‘ y aparecerá en ‘Malditos vecinos‘.
David Schwimmer
Es el que peor suerte ha corrido de todos. Ha hecho sus pinitos en la dirección con alguna película, un par de capítulos de ‘Joey‘ y otros tantos de ‘Little Britain‘. En la pantalla le hemos visto poco, aunque sí que le hemos oído en la versión original de Madagascar y sus secuelas como Melman. Acaba de comenzar la producción de su regreso a la televisión con ‘Irreversible‘. Con Schwimmer lo que nos preguntamos es ‘¿llegará a estrenarse?’. Pobre Ross.
Jennifer Aniston
Lucky Jenny. Tras acabar ‘Friends’, puso punto y final a su carrera en la televisión y dio el salto a la gran pantalla para quedarse. La comedia romántica la adora y su incursión en ella nos ha dado títulos como ‘Dicen por ahí‘, ‘Una pareja de tres‘ o ‘Love happens‘. Ahora, ha dado un giro a su vida (sin dejar de lado su lado romántico) y se ha metido de lleno en la comedia gamberra con dos títulos como ‘Somos los Miller‘ y ‘Cómo acabar con tu jefe‘, que no le han otorgado más que alabanzas y de los que ya se preparan secuelas (de la primera sólo se rumorea). Por Aniston no nos preocupamos.
Matt LeBlanc
Todo parecía apuntar a que iba a ser quien recogiese toda la fama cosechada en ‘Friends’ y, sin embargo, el batacazo fue bien grande. Tras un spin-off que duró dos temporadas, LeBlanc estuvo cinco años sin aparecer por las pantallas. Su regreso fue con ‘Episodes‘, una serie más que recomendable en la que se interpreta a si mismo, con sus virtudes (las menos) y sus defectos. No tiene proyectos en el horizonte aunque la serie sigue viento en popa en Showtime.
¿Quién iba a pensar que aquellos actores que nos regalaron tantos y tantos buenos momentos iban a tener un futuro tan poco fructífero (Jenny tú no cuentas)? En cualquier caso, siempre estaremos agradecidos por aquellas tardes que pasamos con estos seis amigos en aquella cafetería llamada Central Perk.
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