Un año ha bastado para que laos sabores del restaurante Navaja estén en boca de todo bien nacido. En pleno corazón de nuestra querida Malasaña, Valverde 42, el proyecto de los dos gallegos Álex Álvarez y Libia Veiga, ha traído a la capital los sabores peruanos y asiáticos, uniéndolos con acierto con Galicia. ¿Cómo ignorar platos como este mexillon de batea chalaca (mejillón de la ría de Aldán al vapor con leche de tigre de ají amarillo y chalaca)? Ni lo intentes, ¡ríndete a este placer fusionado!
Imposible poner en entredicho la calidad de los productos gallegos, y si los sumamos a la gastronomía de Perú, a su vez influenciada por las cocinas asiáticas, el resultado son platos brillantes -tanto a la vista como al paladar- tales como las navajas nikkei (acompañadas con polvo de cacahuete, tapioca hidratada, habanero, jengibre encurtido, cebolla china ahumada y leche de tigre); las ostras da pedra (ostras gallegas al natural con mayonesa japonesa y salsa ponzu); o el tataki de atún (marinado en soja y pimientos de Padrón tostados, acompañado con bolas de causa limeña y mayonesa de chipotle).
El local envuelve los sabores en un ambiente distendido, con una cocina ininterrumpida. Tiene dos espacios, el principal, ideal para reuniones de amigos, y uno más íntimo para… ya tu sabe. Su decoración retro con detalles rústicos y la informalidad de Álex y Libia esconden una cocina de alto copete, que reclama a su vez el placer de comer con las manos. Trabajan con productos de temporada, desarrollando siempre nuevas propuestas que harán de cada visita al restaurante una experiencia totalmente distinta y excitante.
Pero eso no es todo. De Navaja ha nacido Katana, un servicio de catering gracias al cual cualquier evento puede gozar de perlas como este bun cangrejo (goa bao de cangrejo de concha blanda, mahonesa de pimiento de padrón y siracha). Calidad y sorpresa asegurada, adaptada al cliente, asistentes y lugar de encuentro.
He dicho. Eso sí, no descarto casos reiterados de morriña después de tu primera visita.
Fotos | Navaja