Existe la teoría, muy asentada en nuestra sociedad, de que a todas las mujeres les implantan un chip cuando llega al mundo su primer hijo. Si no, no se podría explicar que todas estén, en mayor o menor medida, cortadas por el mismo patrón.
Esta teoría se refleja a la perfección en el momento en que tu madre se enfrenta a una conversación contigo por WhatsApp. No importa que no hables mucho con ella, porque lo poco que te diga será suficiente para verte reflejado en el caso que traemos hoy.
Éste está inspirado en hechos reales y particulares, pero se puede aplicar a todas las madres del mundo. Porquemadre sólo hay una, y más cuando se trata de WhatsApp.
P.D.: Por motivos técnicos, los emojis no han sido incluidos en la conversación, pero se puede añadir cualquier icono aleatorio en cada frase de tu madre.
Los grupos de WhatsApp son uno de los motivos más frecuentes de disputa social. Esos mismos que te gastan la tarifa reducida de datos, los que te petan el móvil con imágenes que a veces no te importan, esos que te gastan la batería aunque la tengas en modo ahorro.
El grupo del cole, el familiar, el del trabajo, el de tus amigos de la uni, el de tus vecinas de vacaciones, el de aquella fiesta a la que nunca irás, los trece grupos de regalos de cumpleaños, los absurdos, los de gente que no soportas, los de petit comité y los que son tu fuente de informaciones delicadas.
Ha llegado la hora de armarnos de valor y empezar a hacer limpieza. Sólo pueden quedar los mejores, y tú serás el encargado de hacer la mejor de las cribas. Tampoco hay que ser extremistas, no te decimos que te desinstales Whats y te conviertas en ermitaño, pero sí un poquito de filtro. Nosotros somos de la filosofía de «mejor calidad que cantidad». Y, bueno, os he preparado diez temas para decidir quién se queda y quien se va.
Mira cómo vuelo – Miss Caffeina
En ciertos grupitos de Whats lo que hace falta es un rescate de la Guardia Civil. ¡Qué horror! Dejad de saludaros entre todos, que somo quince personas en el grupo y parecéis loritos. Aprovecha cuando caiga la noche, decídete y deja el grupo. Para despedirles ,puedes terminar con un «mira cómo floto, mira cómo vuelo». Si necesitas una motivación extra ponte a Miss Caffeina, que eso da fuerzas.
Plantéate los grupos de WhatsApp como una novia de verano, estos ligues no suelen ser perpetuos. Hay estudios que demuestran que 8 de cada 9 grupos de la famosa app fracasan estrepitosamente. De vez en cuando, date un paseo por tus conversaciones y haz limpieza, que seguro que vas a ser el último en abandonar el grupo. No llores, baila con Testarosa y se te quita todo. ¡Enhorabuena por ser los ganadores del Budweiser Emerge 2016! Nos tomamos unos refrescos en el Low Festival.
Fin, punto y final. Tienes que tener en cuenta que, cuando dejes los grupos de Whats, siempre habrá alguien que te pida explicaciones. Ya sea por una rabieta, porque eran las conversaciones más insulsas del universo o por el simple cotilleo. Tú haz como Carmen Boza y no des muchas explicaciones, actúa y no mires atrás. A ver, que esto no es el fin, siempre podremos tomarnos unas cerveza sin una pantalla de por medio.
Siempre podemos darle un toque de dramatismo al abandono. Dile a tu BFF del grupo en cuestión que te piras, que te vas para no volver. Te dirá que aguantes, que te quedes, pero tú tienes que mantener tu decisión, que lo de pegarse el farol queda feo de cojones. También puedes pasarle el nuevo tema de Bravo Fisher y que saque conclusiones.
A veces, los grupos de WhatsApp parecen un campeonato del mundo. Yo más, yo más, yo MÁS Y MEJOR. Las competiciones por ver quién mola tope y quién tiene al chorra más grande durarán hasta la eternidad. Piensa en el típico grupo que estás por compromiso, no tienes nada que decir, pero cuando se te ocurre escribir alguna cosilla por cortesía, sale el listo de turno y supera tu alegría, pena o comentario. Que les den un poquito, déjalos con Novedades Carminha.
Puede que te cueste tomar ciertas decisiones, si eres del grupo de los indecisos, date un poco de ánimo mi alma. ¿Fuiste tu el creador del grupo? ¿Te da pena darlo por perdido? A veces, las cosas que empezamos fracasan, pero, oye, que la decisión y la sangre no tenemos que perderla nunca. Hay algunas cosas claras en esta vida, que decididos molamos más y que Disco las Palmeras! son arroz con leche (de buenos, obvio).
Jodidamente loco, así es como vas a quedarte si pretendes seguir todos los hilos de conversación de tus grupos de WhatsApp. Por no mencionar una tarifa de datos PLUS, muerte por no parpadeo, ausencia de la vida social real y un montón consecuencias más que no querrás saber. Los Bengala están muy locos, que ya lo dicen ellos, y fijo que no pertenecen a muchos grupos de Whats.
Hay círculos en la vida que tienen que durar para siempre, y Lauren Mayberry (que es novia de mi amigo @edubailasolo)nos lo canta, vale. Pero puedes bajarte del carro de los grupos paralelos de WhatsApp. Sí, sí, no te hagas el remolón que sabes de lo que te hablo. El grupo dentro del grupo, las matrioskas de las nuevas comunicaciones. Además, al final alguien siempre se equivoca de ventanita y pasa una captura de pantalla al grupo que no tocaba. Déjatelo, nos lo agradecerás.
No puedo vivir sin ti – Coque Malla / Los Ronaldos
Somos conscientes de que, a veces, no podrás, que el enganche será superior a la fuerza de voluntad. Ya sabemos que quieres seguir al día, enterarte de todo, recibir los pantallazos más interesantes del día… Si salir de un grupo de WhatsApp supone tu suicidio social, será que los integrantes de dicho grupo no son tan buenos como tú te crees. Pero, oye, nosotros no podemos vivir sin ti, como Los Ronaldos hace veinte años, como en los anuncios de Ikea.
Lo que es very important en estos casos es que te dejes llevar, EMOCIÓNATE. Que te apetece salir del grupo, pues te sales y punto. Puede que eches de menos los «buenos días» masivos o puede que vuelvas a poner el móvil con sonido otra vez. Hazle caso a tu corazón, que igual no sabe qué es lo mejor para ti, pero te vas a sentir dabuti, que es lo que nosotros queremos. «Carried Away» y vive la vida como te dé la santísima gana.
Quedan dos semanas para que, entre gritos y pitos, los españolitos, enormes, bajitos, hagamos, por una vez, algo a la vez. Y, no, no estoy hablando de criticar por criticar, aunque se nos dé muy bien. Hablo de acudir a las urnas el 26J para celebrar la fiesta de la democracia. Ahora, con el himno merengue del PP, más fiesta que nunca.
En BFace, después de una intensa labor de investigación, hemos tenido acceso a una nueva conversación de WhatsApp. Si la semana pasada los protagonistas eran los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo, esta vez son los candidatos de los principales partidos políticos. Adelante:
Querido yo a los 30, hello, it’s me… Lo siento. Es 2016 y aquí todavía seguimos con la resaca del «25» de Adele. Deseo que en 2024 esté triunfando «33».
Por aquí las cosas no están mal, dentro de lo que cabe. Seguimos sin Presidente del Gobierno y, la verdad, tampoco es que notemos mucho la diferencia. A estas alturas, todos sabemos que una lechuga cumple las mismas funciones y es hasta más atractiva.
Espero que a ti te vaya mejor, si es posible; que hayas cumplido todos esos propósitos que queríamos cumplir y que ahora seas mejor persona de lo que yo soy. Espero muchas cosas para ti, tantas que he creado una lista de deseos que tengo para la sociedad en la que vives ahora. Como ves, intento ser mejor cada día. Deseo que…
Hayas abandonado los chupitos de Jägger
Acepta que te ponen fatal
http://www.reactiongifs.com/
Lady Gaga haya lanzado el videoclip de Do What You Want y la segunda parte de Telephone con Beyoncé
El mundo lo necesita
Interscope Records
España haya vuelto a ganar Eurovisión
(Igual es mucho pedir, ¿no?)
RTVE / http://amenzing.com
Hayas dejado de hacer el ridículo mandando WhatsApp’s a las 5 de la mañana
Luego te arrepientes
Fox / http://ceceschmidt.tumblr.com
Hayas empezado la dieta un lunes cualquiera
Por favor, tripa no
media.giphy.com/
Y te hayas apuntado al gimnasio
Sin subir fotos a Instagram
Fox / http://esasviejas.tumblr.com
OT esté de nuevo en nuestras pantallas
Mucho ha durado la broma
Tele 5 / http://petardeo.tumblr.com
Hayas aprendido a ahorrar
Basta ya de tener 50 euros en la cuenta a mitad de mes
El mundo no siga abusando de los hashtags
#gay #guapo #soltero #gilipollas
media.giphy.com
Snapchat ya no sea tu diario personal
A nadie le interesa tu vida
www.tumblr.com
No se utilice el «aquí, sufriendo»
Ni el «guapa no, lo siguiente»
Fox
Hayan desaparecido las personas con posts de «no me darás like porque…»
No les das like porque no te da la gana
Hayas aprendido a llevar con dignidad una ruptura
¿Qué es eso de publicar frases de Adele en todos lados?
www.tumblr.com
Y, sobre todo, sigas sin respetar a los que le ponen piña a la pizza
Abres lo ojos como lo hizo el Dr. Shepard en el primer capítulo de Lost. Después de lo que bebiste anoche podrías estar en cualquier isla y haber formado una familia pero por suerte estás en casa, en la tuya.
Estoy segura de que la primera persona que dijo Me cago en la puta fue porque se despertó con resaca en casa de otro ser. The perezest ever.
Si el caso es que la teoría te la sabes; sí, te la sabes pasar por el forro. Cuántas veces has comprobado en tus carnes lo que pasa cuando mezclas churros con merinas. Ni recuerdas ya los domingos de temblores de la muerte que llevas a tus espaldas, pero aún así, es sonar La Gozadera y antes de que Miami te lo confirme estás con tus amigos y algún desconocido en la barra bebiendo un chupito de Jäger. Y has pagado tú.
Secuelas físicas aparte, hay todavía más motivos para sentirnos víctimas de este licor que embelesa. Es una lástima que tu móvil no haya aprendido a hacer la cochinilla cuando bebes porque de repente te crees Gongorino y sientes esa necesidad de mandar literatura a los contactos más tabú de tu Whatsapp.
Y ahí estás tú, mareando un plato de pasta en el sofá, dudando entre seguir comiendo o reunirte con tu amigo Roca, mientras revisas todos los microrrelatos que escribiste anoche y los audios que grabaste que bien podrían pasar por los sonidos que emiten dos abejonejos manteniendo relaciones. Y te odias a ti mismo. Y a las cosas en general.
Sí, eso lo has escrito tú
El doble check azul te apuñala nada más despertarte. Es real life. Vamos a ver quiénes han sido los afortunados que han recibido tu superconsejito de la noche, en grado ascendente de gravedad.
Empezaste tú grabándole un audio pero lo terminaron tus amigos, que son capaces de inventarse una canción con su nombre.
2. La persona con la que habías quedado al día siguiente
Mañana voy a estar malo.
Hay un audio de 1 hora después con la canción que sabes que le gusta pero sólo se te escucha a ti cantando como un gorrino.
3. Tu compañera de piso
¿Me robas comida?
4. Tu novio
No sabía yo que en las despedidas de soltero no te dejaran usar el móvil para llamar a tu novia.
A partir de aquí hay pullas de 15 en 15 minutos con pinceladas de quasi-insulto hasta que terminas por abrir el cajón de la mierda. Es maravilloso asistir a la progresión de la ira.
5. Tu fisioterapeuta
No sé por qué te estoy escribiendoooo. A mi amiga le gustas.
6. Uno de Blablacar
Cobrar 20 euros de Jaén a Madrid tiene cárcel. Y encima me dejaste en Opañel.
7. Esa amiga con la que no te hablas
Ha sonado Azúcar Moreno y me he acordado de ti. Te echo de menos aunque fuiste un poco puta.
8. Tu jefe
Paco, se sabe algo de lo míoooooo????
9. Tu ex
¿Has salido?
Y entonces le cuentas que te has enfadado con tu novio.
A ver si echamos un café un día.
Llega el resquemor.
Me han dicho que estás con Sara. Menos mal que no la podías ni ver. Bien que me la ponías verde.
Y así hasta la dignidad cero.
[/vc_column_text][/thb_border][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][thb_gap height=»30″][vc_column_text] ¿Por qué no vemos el peligro? ¿Por qué nos parece todo buena idea? Lo mejor es que no intentes enmendarlo, ya retomarás las conversaciones el próximo sábado. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row]
Imagina el estereotipo típico de madre andaluza. ¿Ya? Vale, pues ya conoces a mi madre. Seguro que has pensado en el público de Canal Sur o en algún vídeo de Alguna Pregunta Mes. Sí, son presa fácil de zappings y creedme que Juani, aka copywriter de mi corazón, se merece uno para ella sola, este.
Podría haberme ido a cumplir con una de mis habituales tareas de mujer independiente como el curso de patchwork o las sesiones de electrocardio pero decidí sentarme y hacer eso que olvidamos en nuestro día a día: responder a mi madre por Whatsapp. Tanto me lo propuse, que me pasé cinco horas venerando el móvil, capturando pantallas y esperando, esperando un montón. Eso sí, descubrí que era un gran momento para tareas que alimentan el alma como doblar ropa interior o hacer salmorejo.
Antes de empezar con el zapping de Juani tenéis que saber el contexto de las señoras de Despeñaperros para abajo. Las identificaréis por cinco rasgos característicos:
Exageran fuerte. Sobre todo en el ámbito del clima, la comida y los hechos improbables.
Hablan alto, porque es su timbre de voz, no porque griten. Remarcarán esto último.
Se escandalizan fácilmente: “¿¡Que bajas en Blacar [blablacar] con un hombre?! ¡¿Los dos solos?! ¡¿Que es médico?! Ah entonces sí, pero dile que no corra”.
Ven programas de cantar. Esto no lo puedo explicar.
DiooostesaaalveeMaríiiiaaaa.
Después de este manual os doy la bienvenida al grupo de ‘Familia’ que tengo con mis padres y mi hermano. El naming del grupo es predecible, lo sé, pero bien de coherencia.
Comerte así, frijolito. (Nunca me explicó lo que quería decir).
El primer paso es reconocer que tienes un problema.
Ese edificio de más de tres plantas no puede ser de España.
Que no te falte de nada, hija caníbal.
La escatología es tan innombrable como Voldemort.
Así fue como me hice inmortal.
DiooooossstesaaaalveeeMaríiiiiiaaaa
Podrían haber sido más de cinco horas, pero sucedió algo que le puede pasar a toda madre multitasker. Y es que si tú doblas calcetines mientras hablas con ella, ella puede fregar toda la casa para que al final de la noche te pueda decir que es la primera vez que se sienta en todo el día.
Y así fue como el cubo de la fregona zanjó mi coloquio con Juani.
Hola, mi nombre es Pilar y sufro de WhatsAppitis. Algo en lo que no me siento sola ni incomprendida porque 9 de cada 10 personas utilizan su móvil para comunicarse a través de WhatsApp con amigos/familiares. Una actividad que nos lleva a desarrollar una auténtica adicción cuando tenemos la necesidad imperiosa de revisar el móvil constantemente por si hemos recibido un mensaje.
Jamás olvidarás el día que tu madre descargó Whatsapp. Con su ímpetu por ser modernas y subirse a la moda que embulle a sus hijos, han conseguido crear un estilo propio a la hora de escribir en Whatsapp. Quizás alguna ha marcado algún record con el número de veces que aparece ‘escribiendo…’ en una conversación.
¿Recordáis el programa de Cuatro donde Samanta Villar pasaba 21 días viviendo una experiencia en primera persona? Pues eso mismo he querido hacer yo pero en versión 2.0.
El novio de una amiga siempre me hablaba del grupo de WhatsApp que tenía con 29 amigos del barrio, 29 hombres hechos y derechos y para ser sinceros, 29 chicos para los que la palabra pudor es totalmente desconocida. Ansioso de volver a mi etapa como periodista de investigación (aka cotillear a mis ex en redes sociales), decidí proponerle pasar 7 días como integrante del grupo y conocer de primera mano cómo interactuaban, sus opiniones, sus expresiones y en general todo lo que pudiera interesar a los lectores de este medio. Así que decidí tirarme a la piscina con el tema…
Y tras mi experiencia, este es el resumen de lo que aprendí de 30 chicos de barrio:
1. Hay que ponerle motes a todo.
Primera norma y fundamental para sobrevivir en un grupo de WhatsApp así: si no sabes la jerga del grupo, te pierdes.
Desde el nombre del grupo, en el caso del de mi experimento «El Bob» (Boletin Oficial del Barrio), hasta los motes de cada uno de los miembros (ya sea llamar por el apellido o por los kilos que ha cogido) es necesario para interactuar.
2. Quien no cumple las normas o la lía, será expulsado del grupo.
Por lo menos durante un tiempo. Y si no se llega al punto de expulsión, el susodicho tendrá que someterse a una dura prueba si los miembros así lo deciden. Lo importante de todas formas es siempre que TODOS A UNA COMO FUENTEOVEJUNA.
3. Nunca hay que decir que no a un after.
La fiesta siempre tiene que ser una prioridad y los afters siempre deben ser el punto final de la noche. Además, al parecer son lugares donde se liga bastante y por supuesto siempre es mejor ir a un after que dormir.
4. Después o antes del after es importante desayunar.
Siempre hay que mantener la energía y por lo tanto alimentarse es fundamental.
* Tusas = Ra***s
5. Si alguien liga, hay que contarlo
Y si es la camarera del bar habitual, más aún.
6. Estamos en crisis y por supuesto se habla de trabajo.
Y siempre hay que opinar y si se puede dejar mal a alguien es fundamental hacerlo.
7. Lo que pasa en el barrio se queda en el barrio
Y si hay que vengarse, se venga. No importa ni las formas, ni los cm que tenga la navaja, lo importante es defender el orgullo del barrio.
8. Si ellas van, ellos también.
Las mujeres siempre mandan y un posible polvo, mueve planes.
9. Ante todo hay que ser sinceros
Y sí, la sinceridad a veces es dura, pero las cosas hay que decirlas claras que para eso se está en confianza.
10. A los colegas se les dice adiós
Por el grupo todo está permitido: mofarse, expulsar, amenazar… pero señores, en la vida real si te vas del garito hay que decir adiós. ¡Como toda la vida!
11. Los gays. Esos grandes desconocidos
¿Amigos gays? ¿Gays en el BOB? ¡Ni en sueños!
12. Amigos, sabios consejeros
Si uno de los integrantes siempre acaba siendo el pesado del grupo, hay que buscarle distracciones.
13. El fútbol manda, aunque no tanto…
Aunque parezca que el fútbol es el tema principal dentro de un grupo de heteros no es así. Futbol VS Tusas = Ganan tusas.
14. El grupo tiene unas obligaciones.
Y siempre hay que cumplirlas.
15. Al final, no hay tantas diferencias entre hombres y mujeres.
Y con esto quiero decir, que al final las conversaciones de un grupo de whatsapp siempre van por el mismo camino. Si ligas se cuenta, si te emborrachas tus amigos se ríen de tus fotos y en general, por mucho que se metan los unos con los otros, fuera de las barbaridades del mundo 2.0, sigue habiendo verdaderos amigos. Y al final eso es lo importante, tomarnos el whatsapp como lo que es.
Desde aquí quiero agradecer a todo el Bob su buena acogida y espero poder conocerles algún día ¡Larga vida a los chicos de barrio!
Nunca estaremos a salvo de la mala gente. Esa tóxica de fondo negro -con pelos en el corazón, que dice mi madre-. Al menos, no parece que ningún robot o app vaya a señalarnos por la calle tipo Sims con quién no hablar, ante quién echar a correr o de quién no enamorarnos (más allá de la lectura de rasgos y muecas con ciertas gafas futuristas, que también pueden fallar). Pero molaría y lo sabes…
No obstante, hay otro ranking de bondad, de idoneidad. El del «no es posible que esto pase en el siglo XXI«. Cosas, actitudes, pistas, que te hacen pensar que alguien tiene algo que esconder y eso, en general, es para no fiarse en la era digital. Y eso se lee en su forma de proceder y en sus carencias tecnológicas. Así, no es de fiar quien:
No tiene WhatsApp
Nos sirve en sustitución cualquier aplicación de mensajería (Line, Telegram, Kik, Viber, Skype, messengers…). ¡Pero qué es esto de no tener ninguna! ¿Por qué? No hay explicación de recibo en la era digital. «Si alguien quiere algo de mí, que me llame», «No lo necesito para nada», «Que te puedan localizar en todo momento, te quita libertad»… Pero, pero, pero, ¿qué me estás contando? Págate unos céntimos y no obligues a quien cuenta contigo a gastar mucho más en localizarte y gestiona tu privacidad para, precisamente, ser más libre.
Te pide «el número de WhatsApp» en un bar
Los hay, los hay. ¿Qué tipo de persona te dice esto? Después del «estudias o trabajas» es lo más feo y ridículo que te pueden decir para pillar cacho. Todavía peor, pretende alargar el bochorno días después de conoceros escribiéndote mensajitos. Para aquellos y aquellas que crean que pedir «el número de WhatsApp» es una forma poco invasiva de atacar, sepan que como poco les deja en fantasmas. No es habitual tener dos números, uno con y otro sin aplicación. Y si lo encontráis, desconfiad también.
No está en ninguna red social
«A la gente que conozco la quiero en persona», «A saber dónde van a parar las fotos», «A mí no me encontrarán haciendo el ridículo», «¿De qué me sirve que me vea gente que no conozco o de la otra punta del mundo?», «Eso es para exhibicionistas». Desde luego si el resumen es este, definitivamente no entiende la razón de ser de las redes sociales ni sus posibles utilidades. Hoy por hoy estar en las redes sociales es parte de la proyección personal, incluso profesional. Es, hasta diría yo, una responsabilidad con el presente y el futuro.
Sí, se dan perversiones incontrolables y deslices, mostrando más de lo deseable, pero para eso está la privacidad, el bloqueo, una aplicación para cada perfil personal y finalidad…
Es un huevo
O sí tiene perfil en cualquier red social pero no tiene seguidores ni amigos (o es un huevo en Twitter). ¿Qué razón de ser es esta? Lo más probable es la de cotillear, stalkear. Suelen ser las mismas personas que dicen no estar en redes sociales o confiesan que sí con un «pero no las uso». WTF? ¡Desesperante!
No tiene ni una foto pícara en el móvil
¡Ja! Poco más que añadir. No te hace mejor persona no enviar o no recibir imágenes subidas de tono. ¡Estás vivo, no te justifiques!
No se hace selfies
Si es porque no sabe utilizar la cámara interna en esta era digital nuestra, no es que no sea de fiar, es que es para matarle directamente. Aquellas personas que sí se hacen y te incluyen en ellos, de hecho, pero abusan del dichoso palito extensible, también tienen sus puntos para morir lentamente…
Se geolocaliza donde ya no está o nunca estuvo
Hay quien vive obsesionado por lograr badges de unas y otras aplicaciones con el fin de superar a algún fulano conocido o desconocido comiendo hamburguesas o hasta pasando por las puertas de un centro de salud (a veces incluso sin bajar del bus…). Este tipo de práctica, además, suele llevar aparejada una insana intención de ser localizado o gritar su paso por ciertos lugares. Las personas que así lo pretenden son las que después, cuando les comentas que las viste checkearse o les preguntas si le gustó la experiencia en cuestión, te acusan de metomentodo. ¡Anda y… háztelo mirar, cari!
No pregunta si hay wifi en un local
A ver, nuestros móviles no consumen batería y datos, engullen, devoran. Alguna que otra llamada, venga mensajes, realización de fotos a punta pala y subidas y bajadas de archivos todo el día es lo que tiene. «Mi casa es donde hay wifi» es un lema ya extendido mundialmente y por algo es. Quien trabaja con el móvil bien lo sabe y quien simplemente es un fiel usuario de los smartphones y les saca aunque sea el partido mínimo que permiten, también. Por tanto, quien no pregunta por el wifi, ¿qué hace con su vida?
No lleva cargador
En su defecto, batería de repuesto (algo desfasado), fundas cargadoras o el propio cable (que te obliga a mirar desesperadamente las paredes de cualquier local para, en primer lugar, enchufarte. Luego, ya si eso, te pides un café). ¿Qué clase de persona se arriesga a quedarse desconectado del mundo, virtual y real? Pues eso, la de no fiar en la era digital, la que prefiere decir eso de: «Me quedé sin batería y…».
Lleva el móvil a todas partes
Esconde mucha información o no se fía de quien le rodea. En definitiva, «se cree el ladrón…». ¿Y qué falta de respeto es esa de ser capaz de escribir a alguien en pleno proceso en el trono? Hay cosas que pueden esperar. ¡Ay si ya hubieran llegado las app que reproducen aromas, ay!
Dice no hacer pantallazos
Los pantallazos son un peligro absoluto, en especial si nacen con el objetivo de ser enviados a un tercero. Pero todavía lo es más quien dice no hacerlos y estar llenando la red de confidencias. Id con cuidado con estas cosas, con hacerlas y con ser víctima de ellas. Al final, como en todo, es cuestión de ser responsables y consecuentes. Ajo y agua.
No usa emoticonos
¡Pero si nos ayudan a expresarnos! Con las caritas y dibujitos podemos completar lo que queremos decir o, más bien, decir sin usar palabra. Nos ahorran esfuerzos y nos salvan de algún apuro (especialmente aquellos momentos en que no puedes o no quieres hablar y sustituyen a las palabras y ¡que cada uno interprete lo que quiera!).
A estas alturas es muy raro que alguien no los use. Hay quien dice que son ridículos, que no los entiende o que no se identifican. Pues si no encuentras sentido a una mierda, una media sonrisa o unos ojos como platos, eres raro.
Si encuentras a alguien con todas estas lindezas, corre. Si no ha pasado por ninguna, también. Y, bueno, como en la vida carnal, nadie es al 100% de fiar a cada minuto del día. Y es que serlo también da qué pensar, los angelitos solo están en emoji… Confieso caer en alguna de estas premisas de vez en cuando. Quien esté libre de pecado, que tire el móvil al suelo (y bien fuerte).
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